Realización de Mandalas

Antes de empezar a trabajar, conviene sentarse y meditar para empezar a producir las imágenes que más tarde se plasmaran en su interior. El primer paso es organizar los pensamientos alrededor de un punto central que representará un tema o concepto importante en nuestra vida. A partir de aquí hay que expresar la creatividad interior usando los símbolos, figuras geométricas y colores que mejor nos refleje. El mandala personal captura y libera al mismo tiempo un momento o una época de la vida.
La elección de la técnica con la que se llevará a cabo el trabajo dependerá del estado de ánimo y lo que el mandala que se desee realizar nos transmita.
Si lo que se necesita es exteriorizar las emociones, se puede comenzar a dibujar o colorear de adentro hacia fuera; si por el contrario, lo que se busca es el centro de uno mismo, se comenzará de afuera hacia adentro.
Este es un trabajo que puede hacer cualquier persona, sin importar su edad o religión. Es una práctica sencilla que redundará en beneficios personales y en la consecución del equilibrio interno. Es eficaz para armonizar, estabilizar y controlar estados de crisis, ansiedad, y desequilibrios.
Los mandalas más impresionantes son los que surgen directamente de la imaginación sin que haya un pensamiento o propósito preconcebido. Se utilizan para restablecer el orden perdido con anterioridad y especialmente con un propósito creador, dar a la luz algo nuevo que no existía antes; ambos propósitos se complementan.

Beneficios de dibujar o pintar mandalas:

___· Comienzo de un trabajo de meditación activa
___· Contacto con la esencia personal
___· Desarrollo de la expresión en relación al mundo exterior
___· Expansión de la autoconciencia
___· Desarrollo de la paciencia
___· Despertar de los sentidos y la intuición
___· Fortalece la creatividad
___· Mejora la autoestima
___· Ayuda física y psíquicamente